WOBBLE

Desde muy pequeñito, con tan solo dos años y medio, empecé a dar mis primeras pedaleadas. Aun recuerdo esa sensación de luchar contra la gravedad mientras iba montado en un aparato con dos ruedas. Desde ese mismo momento, quedé atrapado por lo que, hoy, cuarenta y pico años después, sigo dando pedales cada día de mi vida.

Unido a esto, en casa estaba rodeado de herramientas y vehículos relacionados con el motor, lo que despertó en mí una gran curiosidad por desmontar cosas y entender cómo estaban ensambladas. Así, sin darme cuenta, en poco tiempo empecé a mancharme las manos y a encontrar soluciones para reparar las cosas que yo mismo rompía en mi afán de montar más rápido y mejor que nadie… (cosas de niños).

Años más tarde, dediqué mi formación al mundo de la automoción, pero siempre en paralelo al mundo de las bicis. Ya en aquella época, me montaba mis propias bicis y artilugios, y disfrutaba experimentando.

En la actualidad, puedo decir que aún conservo la misma sensación que experimentaba cuando era niño y lograba mantenerme de pie en mi bicicleta por primera vez. Esto hace que mi trabajo sea mi pasión y se refleje en la forma en que trato y reparo cada bicicleta de mis clientes, porque cada bicicleta forma parte de una ilusión única.

¡Nos vemos pronto… te esperamos!